Un reciente estudio internacional prevé que, para el año 2060, casi la mitad de la capacidad fotovoltaica mundial estará acompañada de sistemas de almacenamiento energético. Este dato evidencia un cambio estructural en la manera de gestionar la energía: ya no se trata solo de generar electricidad a partir del sol, sino de controlar cuándo y cómo se utiliza.

Claves del informe

A partir de mediados de la década de 2030, se espera que cerca del 50 % de las nuevas instalaciones solares se desarrollen junto a sistemas de almacenamiento. Este modelo permitirá disponer de un suministro más estable y adaptable a la demanda, reduciendo la dependencia de las fuentes convencionales y mejorando la eficiencia del sistema.

Regiones con un alto potencial solar, como el sur de Europa y el área mediterránea, tendrán un papel estratégico en esta evolución, combinando generación y almacenamiento para optimizar la red eléctrica y reforzar la autonomía energética.

El coste de la energía solar continuará reduciéndose, aunque a un ritmo más moderado, a medida que las tecnologías se consoliden. Esta tendencia consolidará a la fotovoltaica como una de las principales fuentes de energía limpia a nivel global.

Impacto para la Región de Murcia

La integración de sistemas de generación y almacenamiento se perfila como una oportunidad para mejorar la competitividad energética y la resiliencia del sistema en regiones como Murcia, donde la radiación solar es uno de los principales activos.

Además de contribuir a la estabilidad de la red, estas soluciones permitirán un uso más eficiente de la energía y una mayor independencia frente a las fluctuaciones del mercado eléctrico. La planificación territorial y técnica, junto al cumplimiento normativo, serán factores clave para su desarrollo.

Un modelo energético más eficiente y sostenible

El futuro del sector energético pasa por una gestión más inteligente y digitalizada de los recursos. La combinación de energía solar y almacenamiento no solo incrementa la eficiencia, sino que también favorece una transición ordenada hacia un sistema más limpio, competitivo y estable.